Otro cielo por Vivi García
Todas las tardes, Alicia, al finalizar su jornada de trabajo narraba los sucesos de su día poniéndole brillo a cada situación. Su novela era perfecta. Tan creativa era Alicia que cada vez más gente la esperaba en la puerta de su casa para escucharla. Contaba y se contaba la vida a gusto. Y así, cada desplante se transformaba en una conquista, cada desencanto en puro hechizo, cada pedacito de soledad en abundante compañía.
Todas las tardes, Alicia, contaba.