Miradas cotidianas
Suelo pensar en la importancia que tienen en la vida cotidiana algunos objetos, y esta vez puse la mirada en mis anteojos de lectura. Comencé a usarlos hace unos años, cuando noté que debía alejar la hoja cada vez más para ver las letras. Contenta fui a una óptica, me probé uno y otros y encontré el aumento necesario. Elegí un marco lleno de colores, ¡hermosos!, y me gusté frente al espejo ya que desde muy chica había querido usar anteojos. Pero además, desde que uso lentes, ¡puedo leer en el colectivo y en el tren!, antes, sin ellos, leer me daba dolor de cabeza.
Ahora, cuando en algún medio de transporte consigo un asiento, me pongo los lentes y comienzo el verdadero viaje, el de la LECTURA.
Hace unos días terminé el libro “El vagón de las mujeres”, una novela hindú que me llevó por geografías y culturas extravagantes a mis “sentires”. Y ahora estoy disfrutando de una maravilla de Cecilia Pisos: “Como si no hubiera que cruzar el mar”, y allí estaba, amarrada a la página 21 de esta novela juvenil, cuando comencé a llorar, ¡mi Dios!, pensé: ¿cómo se puede escribir tan bellamente y llegar tan hondo a almas de lágrimas fáciles como la mía?
Yo los invito a ustedes, lectores de esta breve columna, a subirse al tren de los que eligen viajar con sólo acariciar con la mirada las páginas de cualquier libro, y también a aquellos que leen con las manos, o a los que les leen al oído y les entregan, de a poquito, “palabras-susurros”, para que juntos: lector y "escuchador", disfruten de la misma travesía.
Querida Vivi:
ResponderEliminarEse libro también conmovió mi vida!!!! Es uno de mis favoritos y lo encontré gracias a vos que nos leíste un párrafo en el Taller de la Manzana.
Gracias!!
Hola Vivi,después de leer tu columna no veo la hora de comprar el libro, gracias
ResponderEliminarLo tengo y lo leí...y fui a la biblioteca a buscarlo para releer la página 21...es un libro enternecedor...!!! Gracias por recordarlo.
ResponderEliminarEs la primera vez que entro a tu blog. Me encanta lo que escribís . A través de Beatriz Mónaco comencé a conocerte y ahora leía tus relatos. Felicitaciones!!!Abrazos
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