En un vuelo nocturno de regreso de
Bariloche, compartí el asiento con una madre muy joven y su niño de tres años.
Cuando estábamos por aterrizar en Aeroparque el nene pegó su nariz a la
ventanilla y dijo: "Mirá mami, se han caído las estrellas", y ella le
respondió: "No se cayeron las estrellas hijito, es Buenos Aires que se ha
encendido".
Como decía Gardel de la calle Corrientes Buenos Aires es una ciudad que nunca duerme. Me gustó la metáfora luces por estrellas.conservate buena.
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