“El milagro de su voz”
(Homenaje
a Carlos Gardel)
*Lo que está en “negrita” debe cantarse.
Como cada veinticuatro de junio fui a verlo a Carlitos a
Yo ya te conté lo del año pasado,
¡fue tan fuerte el encuentro ! Llegué al cementerio de mañana y me puse a mirar
el monumento como redescubriéndolo: su sonrisa intacta, su porte..., debí
cerrar mis ojos con fuerza para no llorar. Serán los años, la nostalgia... No
sé.
Pero este año fue diferente - prestá
atención. Llegué al cementerio con la convicción de que ochenta años no son
nada. Estaban por cerrar. Yo entré sin tomar en cuenta el reloj. Dejé, como
siempre, el ramito de violetas en la puerta de la bóveda y me dirigí hacia el
bronce.
- Vos no entendés..., te reís porque
no sentís lo mismo que yo. A mí me corre el tango por las venas y tengo un
fuelle en el pecho, que se acelera cuando escucho la voz del Zorzal.
No jodás, che, necesito contarle a
alguien lo que me pasó en “La Chacarita”.
Lo tomé del brazo, del brazo de
bronce, y como un loco empecé a cantar..”Mi
Buenos Aires Querido...”
Estábamos juntos, codo a codo, paladeando la ciudad, ¡nuestra ciudad!, y
sintiendo las veredas en los pies...”Tomo
y obligo mándese un trago...” Borrachos, ¿entendés? Borrachos de música y
de tiempo, y digo borrachos porque me parecía que los dos sentíamos lo mismo...
- No pongas esa cara! ¡Hoy necesito
una oreja y tenés que escucharme! No preguntes cómo sucedió, lo cierto es que
yo seguía cantando. De pronto me detuve para secar un lagrimón que se me había
piantado hacía rato, y en ese momento me dí cuenta que era de noche. Ya habían
cerrado el cementerio.
- Te das cuenta... Yo voy a la Chacarita todos los veinticuatro de junio desde el cuarenta y dos, tenía
diecinueve años la primera vez que me arrimé con el ramito de
violetas;
¡y hoy con setenta y dos pirulos tengo
el privilegio de pasar la noche junto a Carlitos, sonriendo y cantando para mí!
- Y...¿qué me contás? Querés que
siga, ¿no? ¡ Qué noche! Por suerte había estrellas. La luna -no se la iba a
perder- estaba sobre la cruz de la capilla.
Creo que eran las dos cuando acomodé
mis huesos a los pies de Carlitos y me dejé llevar por la emoción...
“Silencio en la noche ya todo está en calma...”
¡Comenzó a cantar mientras daba sus primeros pasos para abandonar el bronce! ¡Caminaba! Yo me
avivé y de un salto me incorporé. Me sonrió, como quien corre un telón, y nos
fuimos bailando, caminando o volando -daba lo mismo- hasta un banco, esos de cemento y granito, como los que hay en las
plazas.
¡Carlitos! ¡Pucha, no tener testigos
de este milagro!
Fumamos, bailamos, reímos,
cantamos...
Los tangos brotaban como el rocío.
Yo no sentía frío, ni hambre, ni sed. Cantamos...,cantamos al compás de un
bandoneón imaginario embriagado de noche y de pasión:
“...Barrio, barrio,
que
tenés el alma inquieta
de
un gorrión sentimental
pena,
ruego,
es
todo el barrio malevo
melodía
de arrabal.
Viejo
barrio
perdoná
si al evocarte
se
me pianta un lagrimón
que
al rodar en tu empedrado
es
un beso prolongado
que
te da mi corazón...”
............. Llegó la
mañana , y con ella uno de los cuidadores del cementerio. Me sacudió y me puso
en órbita. Me observó con cara de no entender, pero no preguntó nada, por
suerte.
Me arreglé
las pilchas, acomodé las ideas y sonreí. El piso, alrededor del banco, estaba
alfombrado con puchos y Carlitos, desde el bronce, lucía el ramo de violetas en
el ojal...
Sonreí
nuevamente y me fuí silbando “Volver...”
- No me
mires así, ¡fue un milagro! No lo soñé. No te rías, che, vos no entendés porque
no sentís lo mismo que yo. A mí me corre el tango por las venas, y tengo un
fuelle en el pecho, que se acelera cuando escucho la voz del Zorzal... ¡No
jodás, che, no jodás!
Vivi García
(Las letras
de tango que están en “negrita”
pertenecen a Mario Battistella y Alfredo Le
Pera)
·
Publicado en “El grillo cuenta, vol. IV”
·
Narrado en la Biblioteca Nacional por Bendita Berlín
·
Leido por Miguel Angel Solá y Blanca Oteiza en el
programa de radio “Cartas que vienen y van”
·
Leido y musicalizado por Ricardo Horvath en el
programa “Café, bar, billares”, (Radio de la Ciudad).
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Como te dije Vivi!!!!! Cada dia escribis mejor!!!! Me encantó!!!! Recuerdo cuando lo escuché a Daniel en Ter contando el otro cuento de Gardel cuando ví Leame más....besote de bandoneon!!!!!!
ResponderEliminarMil gracias!
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