"Como tres flores". Vivi García.
Sucedió en Vicente López, pero pudo haber pasado a la vuelta de cualquier esquina. Cayeron tres pequeños soles en la vereda de doña Mariana. De inmediato ella intentó tomarlos para usarlos como lámparas, linternas o simplemente hornallas... Pero, no pudo. Los coloridos soles se aferraron tan fuerte al cemento que allí quedaron. A los soles les encanta escuchar los comentarios llenitos de halagos de la gente que pasa. Y mucho más les gusta el agua fresca que cae sobre ellos cuando doña Mariana baldea.
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