En Floresta existe la calle de los cuentos. En realidad es un bello espacio verde pegadito a las vías del tren. Está del lado norte, y a pesar de ser un foco textil y comercial con todo lo que eso implica, esta calle palabrera conserva, gracias a Matilde, el aroma de los cuentos.
lunes, 24 de mayo de 2021
"La calle de los cuentos" por Vivi García.
miércoles, 19 de mayo de 2021
"Nevada" por Vivi García
Está mañana salí temprano y me sorprendió gratamente la nevada que generaba el añoso fresno blanco de la esquina. El viento ayudaba. Y yo no quise perderme ese milagro cotidiano. Por eso me detuve bajo el árbol
" La clase" por Vivi García.
No son hermanos biológicos, ¡qué importa eso!, la vida nos juntó en un departamento de Floresta a los cuatro. También Roberta está en casa pero como dicen los chicos, no se junta con Renato y Ricardito.
sábado, 15 de mayo de 2021
"¿Profesión?, lectora" por Vivi García
En marzo me sumé a un taller de lectura que coordina Elisa Vázquez, maestra y "amigahermana". La clase virtual es el día martes, y en cada encuentro comentamos, analizamos y degustamos un par de capítulos de la novela "Oscuramente fuerte es la vida" de Antonio Dal Masetto. ¡Imperdible!
sábado, 1 de mayo de 2021
"Estrategia 2x4" de Vivi García
Con la pandemia la abstinencia de milonga la llevó a Martita a armársela en su propia casa. Tenía sus ventajas: no debía usar barbijo ni alcohol en gel.
Más de un año sin bailar la condujeron a tomar la decisión. Antes de lo del virus iba a bailar cuatro veces por semana, y en estos tiempos... nada, ¡nadie!
Por el mes de marzo veinte veintiuno martes, jueves y domingos, Marta tiene su propia milonga. Ubica en su comedor una mesita, sobre ella un café cortado y un vaso con agua fresca, dos sillas, una junto a la mesa y otra, la del almohadón colorado, más alejada. Prepara en la computadora tres tandas: tango, milonga y vals. Alrededor de las dieciocho se pone un vestido lindo, se calza los zapatos adecuados y va hasta el living de su casa
(cuatro metros apenas la separaban desde su cuarto), bebe el café, pone la musíca seleccionada, cabecea al almohadón, y una vez en la pista (el parquet del piso es ideal para bailar), abrazados ambos, caminan a ritmo durante media hora.
"Algo es algo - les dice Martita a sus amigos en los encuentros vía zoom - prueben, bailen, abracen aunque más no sea, por ahora y hasta volvamos a encontrarnos, a una almohada".