miércoles, 9 de febrero de 2022

Tiempo de malvón por Vivi García

   Amo los malvones en flor, y tengo mis razones que enumeraré en el siguiente renglón. Aquí van:

1. Porque eran las plantas del patio de mi abuela siciliana con baldosas con arabescos de su casa de Mataderos.

2. Porque hace unos años en el cementerio de la Chacarita me conmovió un hombre que ponía unas flores de malvón en la bóveda de Carlos Gardel.

3. Porque mi gato Ricardito los respeta y no rompe las hojas como lo hace con el lazo de amor.

4. Tal vez, porque huelen a barrio, a balcones, a los canteros de las veredas a la hora de la siesta...

   En mi balcón tengo dos plantas de malvón que engalanan ese pequeño espacio que me permite ver el cielo, los árboles y disfrutar del canto de los pájaros. ¡Qué privilegio tengo! Dos malvones, dos. Sin duda son suficientes para abrazar la belleza cotidiana.