lunes, 24 de mayo de 2021

"La calle de los cuentos" por Vivi García.

   En Floresta existe la calle de los cuentos. En realidad es un bello espacio verde pegadito a las vías del tren. Está del lado norte, y a pesar de ser  un foco textil y comercial con todo lo que eso implica, esta calle palabrera conserva, gracias a Matilde, el aroma de los cuentos. 

   Todos los sábados a las 11.00 llega Matilde con su changuito lleno de libros, improvisa con mantas rincones de lectura, y ¡listo! Grandes y niños  toman un libro y se desparraman sobre las mantas a leer solitos o con la voz prestada de algún adulto.
   Alrededor de las doce y media, Matilde se sienta sobre un banquito de esos que se abren mágicamente, hace sonar una campana que indica que un cuento será contado a viva voz para todos los  presentes. Los nenes guardan los libros en el changuito biblioteca, alguna abuela dobla la mantas, y de a poco se ubican alrededor de Mati, y ella comienza abriendo la puerta de la historia elegida con un sereno pero contundente había una vez...
   Cuando el cuento termina, cada uno vuelve a lo suyo, igual que Matilde. Ella cierra su banco y arrastra su biblioteca móvil a su casa hasta el próximo sábado siempre que no llueva.
   Vivir en un barrio con una calle destinada a compartir lecturas al aire libre es un privilegio que puede reproducirse en otros lugares de la ciudad, del país. Sólo hace falta una callecita silenciosa, un cielo despejado, unas mantas y una Matilde, o un José que tengas ganas de sacar los libros a la calle para compartirlos. 
Leer juntos es mejor.


miércoles, 19 de mayo de 2021

"Nevada" por Vivi García

   Está mañana salí temprano y me sorprendió gratamente la nevada que generaba el añoso fresno blanco de la esquina. El viento ayudaba. Y yo no quise perderme ese milagro cotidiano. Por eso me detuve bajo el árbol

 para sentir sus copos amarillentos con forma de hojas.
Cuando mi mirada descendió de la copa semi desnuda mis ojos se posaron en la alfombra de hojas que cubría la vereda.
¿Qué pena no haberme atrevido a jugar con ellas? Parecían, por su color, pequeños soles alargados, frágiles, crujientes.


" La clase" por Vivi García.



    No son hermanos biológicos, ¡qué importa eso!, la vida nos juntó en un departamento de Floresta a los cuatro. También Roberta está en casa pero como dicen los chicos, no se junta con Renato y Ricardito.

   Todas las noches Reni le lava la cabeza a Richi. Y yo, como una alumna asombrada, recibo una  
clase magistral sobre el amor y la convivencia.
Zona de los archivos adjuntos

sábado, 15 de mayo de 2021

"¿Profesión?, lectora" por Vivi García

En marzo me sumé a un taller de lectura que coordina Elisa Vázquez, maestra y "amigahermana". La clase virtual es el día martes, y en cada encuentro comentamos, analizamos y degustamos un par de capítulos de la novela "Oscuramente fuerte es la vida" de Antonio Dal Masetto. ¡Imperdible!

En febrero me ocupé de comprar el libro, pero antes de gestionar la operación a distancia, mi amiga Susana me escribió un wathsapp para comunicarme que ya lo había conseguido en el parque y que me lo enviaría como regalo. Agradecida y feliz fui a retirarlo al lugar acordado y al abrirlo, olerlo y acariciarlo (todo eso le hago a los libros) encontré un señalador con una bella reproducción de la Última Cena. Los lectores solemos estar en todos los detalles.
Como una niña que espera sus primeros días de clase, así aguardé yo el inicio de la lectura solitaria y grupal. Cada martes nos saludamos desde las ventanas rectangulares de la pantalla para conversar entorno a una de las novelas más profundas que recuerde. Tertulia. Ritual, Fiesta, Encuentro, Y siguen apareciendo sustantivos en mi mente para definir la cita de los martes.
Acabo de terminar de leer el capítulo veintiuno. Como a los anteriores, lo subrayé, resalté oraciones con amarillo fosforescente, hice notas marginales, dibujitos.... Ya estoy grande para que me digan "los libros no se escriben". Jamás adherí a esa consigna, excepto con los libros ajenos. Pero con los que viven en mi casa, en los estantes, sobre la cama, en la mesa de la cocina... con los que habitan mi intimidad, además de acariciarlos, olerlos y abrirlos como a regalos, ¡los escribo, los pinto, los intervengo!
La lectura pone alas, imposible no levantar vuelo.
vivitecuenta@gmail.com


sábado, 1 de mayo de 2021

"Estrategia 2x4" de Vivi García

   Con la pandemia la abstinencia de milonga la llevó a Martita a armársela en su propia casa. Tenía sus ventajas: no debía usar barbijo ni alcohol en gel.  

   Más de un año sin bailar la condujeron a tomar la decisión. Antes de lo del virus iba a bailar cuatro veces por semana, y en estos tiempos... nada, ¡nadie!

   Por el mes de marzo veinte veintiuno martes, jueves y domingos, Marta tiene su propia milonga. Ubica en su comedor una mesita, sobre ella un café cortado y un vaso con agua fresca, dos sillas, una junto a la mesa y otra, la del almohadón colorado, más alejada. Prepara en la computadora tres tandas: tango, milonga y vals. Alrededor de las dieciocho se pone un vestido lindo, se calza los zapatos adecuados y va hasta el living de su casa 

(cuatro metros apenas la separaban desde su cuarto), bebe el café, pone la musíca seleccionada, cabecea al almohadón, y una vez en la pista (el parquet del piso es ideal para bailar), abrazados ambos, caminan a ritmo durante media hora. 

   "Algo es algo - les dice Martita a sus amigos en los encuentros vía zoom - prueben, bailen, abracen aunque más no sea, por ahora y hasta volvamos a encontrarnos,  a una almohada".




Milagro en colores