¿Por qué? (reflexión compartida) por Vivi García
miércoles, 19 de junio de 2024
¿Por qué? por Vivi García
¿Por qué? (reflexión compartida) por Vivi García
Mi berretín
"Mi Berretín" por Vivi García
Jueves.
Se me hace de tango la tarde.
En la milonga todo es poesía:
las pastillas de menta
el abanico
los zapatos...
Un verso atravesó el salón:
"no habrá ninguna igual, no habrá ninguna..."
Un fuelle respiró apenas
los violines sonrieron
y un piano fugaz aportó belleza a la danza.
"Ninguna con tu piel ni con tu voz...".
Un café frío aguardó mi regreso a la mesa.
Jueves. Una cita. Un abrazo.
"Tu piel, magnolia que mojó la luna..."
La pista iluminada
albergó giros, risas, susurros y propuestas.
"Tu voz, murmullo que entibió el amor..."
Las miradas buscadas
las otras, las evadidas
todas estuvieron presentes.
La noche avanzada
cerró el encantamiento.
Sólo una semana
¡una semana!
levemente una semana
para volver al imprescindible encuentro.
Poema intervenido con cuatro versos del tango "Ninguna" (1942) de Homero Manzi.
Magia
Magia. Por Vivi García
Desde que comencé a coordinar talleres de lectura compruebo en cada encuentro la felicidad que se siente al leer con otros. Compartir un libro, en cualquier soporte, y volver a leer, subrayar, resaltar, comentar y discutir pareceres e interpretaciones diversas, es una fiesta!
Presenciales o virtuales se produce la magia que genera una cita en torno al libro en papel, ebook, en el celular...
Claro que dentro de los amantes de la lectura están los que olemos las páginas en busca del aroma a tinta.
Sea como fuere el formato elegido, la lectura siempre es un viaje.
Consultas por talleres: wathssap 1159534565 / vivitecuenta@gmail.com
Grandes amores
Grandes amores. Por Vivi García.
En una caja de madera, antigua, bella, de apenas diez centímetros, guardo a Laurie Lawrence, mi gran amor, mi novio de bolsillo. Yo lo llamo Lau. Lo encontré en la primera novela que leí en mi infancia, Mujercitas, y supe que sería mi novio para toda la vida. Entonces lo robé (Louisa May Alcott nunca se enteró). Sí, lo robé! Hombres como él, con tantas virtudes, no se encuentran a la vuelta de una esquina ni en citas virtuales. Y ahí está, de día lo llevo en un bolsillo a todos lados, en mi casa descansa en la cajita y de noche duerme sobre mi almohada.
A veces aparece en mis sueños, y en ellos somos exquisitos amantes.