Por amor. de Vivi García.
Margarita tuvo un enamorado marinero. Cada vez que Esteban emprendía un viaje le regalaba un ramo de nomeolvides. Algo así como un ritual de despedida con promesa de regreso.
Desde la última vez que embarcó ella no supo nada acerca de él. Es por eso que aún hoy las paredes cercanas al puerto tienen pintada la leyenda NOTEOLVIDO en diferentes colores.
Si caminás de noche por la zona la verás a Margarita con un pincel grande y una improvisada lata con pintura.
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