jueves, 10 de octubre de 2024

Carta Nro. 30

 

En tiempos de redes… ¡cartas!   Nº 30.

                                                            Jueves 10, octubre, Floresta, después de nuestra primera cena.

   ¡Buen jueves José María! Me demoré en responderte porque yo también estuve procesando el encuentro compartido en tu cálido hogar. No seré reiterativa porque sentí cosas muy parecidas a las que describiste en tu carta anterior (celebro que sigamos escribiéndonos por correo electrónico sin hacer uso de otras aplicaciones).  Pero a diferencia tuya, no me asusta lo bien que la pasamos, al contrario. Me alegra y no siento temores. ¡Qué bueno que nos hayamos conocido y sigamos descubriéndonos de forma epistolar  y personalmente! En otros tiempo temí perder lo que creía tener, con los años me di cuenta que en la vida recibimos y soltamos (o nos sueltan) todo el tiempo. La famosa impermanencia a la que se refirió Buda. Vivimos por un rato, nos acompañamos en una parte del camino, uno u otro se retira de escena en algún momento. ¿Se sufre? Sí, claro, a veces mucho, otras, menos. 

   También vos aportás brillo a mi vida. ¡Qué bueno! Unos lámparas de otros y viceversa.

   Mucha lata, ¿no?

Un abrazo

María Victoria

PD.: ¿Cuáles son tus fantasmas?

PD.: Bartolo es un amor.

 

 

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