En tiempos de redes… ¡cartas! Nº 33
Floresta soleada, Jueves 17 de octubre.
María Victoria, qué buena la charla que tuvimos en “Café Portela”, cada vez que nos encontramos antes de tu milonga, llegás tarde, pero como me dijiste “a la milonga uno llega y se va cuando quiere…”, me quitó culpa. Mis clases de tango siguen, pero soy un tronco…
El ruido mental es una complicación, pero creo que si ponemos atención podemos frenarlo un poco. Busqué y leí los textos que me sugeriste: Las cuatro nobles verdades de Buda, y Mateo capítulo 6 versículos del 25 al 34 del Nuevo Testamento. Aquello de “No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo…” me resultó clarísimo, sólo tendré que recordarlo más seguido. Todo me resultó tan interesante, algo parecido a la brisa que se siente en la cara al abrir una ventana. También eso que dijiste que aceptar no es lo mismo que resignarse… me dejó pensando. Cada vez son más las cosas que me gustan de vos. Y esto que digo no es cuento. Porque si te alejaras, perdería. Y eso me asusta… (otra vez con el miedo a perder, qué plomazo soy…).
Me quedó claro porque bailás los domingos, me alegro por el inicio de La Tertulia en el club que coordinarás de maravillas, y tus cartas…me encienden, me dan luz, o quizá tu luz refuerce la mía.
Gracias por tan valioso intercambio.
José María
PD.: ¿Será tiempo de escribir menos?
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