lunes, 30 de septiembre de 2024

Carta 24.

 

   EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 24.

                                                                      Floresta, Lunes 30 de  septiembre de 2024.

   ¡Buen lunes José María! Espero estés muy bien y hayas pasado un lindo fin de semana (sonó formal mi encabezamiento, ¿no?) ¡Ja! Poco creativo… Bueno, te cuento que encontré y vi “Luna de Avellaneda”, y también busqué “Balada para la primera novia” de Dolina, la leí y me gustó un montón. Muy… Alejandro Dolina. Hoy la compartiré en un grupo de lectura.  

   El proyecto de La Tertulia en la biblioteca del club está muy avanzado, ojalá lo aprueben. Estaría bueno que para el verano ya estuviera funcionando. Estoy seleccionando material.

   ¡Qué suerte tuvo de Conocer a la profesora Susana Ruiz! Estuve investigando sobre su obra y fue rica y extensa, destacándose especialmente como narradora de cuentos.  Debió ser un ser mágico…

      Para tu mente inquieta te recomiendo pausar (por ejemplo sentarte en algún lugar) y respirar profundo, como si el aire que ingresa pudiera acariciarte por dentro. Ayuda, sin duda aquieta y nos conecta con el corazón que a veces olvidamos escuchar.

   ¡Qué bueno saber que cocinás bien! Acepto la invitación. ¿Qué día te queda mejor?

M.V.

PD.: Podré conocer a tu perro Bartolo. Cuando nos veamos, recordame que te lea el cuento “El yoga de la escoba”, es de tradición oral. Ayuda a la búsqueda del sosiego…

PD 2.: ¿Es mucho pedir que la salsa no tenga carne?

viernes, 27 de septiembre de 2024

Carta 23.

 

  

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 23.

                                                               Floresta, Viernes 27 de  septiembre de 2024.

   María Victoria, gracias por definirme como un hombre sensible, me recuerda a los de Flores, a los hombres de las Crónicas del Ángel Gris de Alejandro Dolina, hermoso libro por cierto. Creo que lo tengo, lo voy a buscar, especialmente recuerdo “Balada para la primera novia”, excelente. A veces lo escucho en la radio.

   Con respecto a la profesora Susana Ruiz, quien le dará nombre a la biblioteca del club, una vez, hace más de veinte años, la escuché contar historias en un café de San Pedrito y Ramón Falcón; el lugar se llamaba La Maga… hoy es un local de empanadas. Bueno, todo cambia y Floresta no es la excepción.

   ¿Encontraste la película en la plataforma? Seguro está.

   Ojalá puedas organizar La Tertulia, hace falta una actividad así. Supongo que nadie de la comisión se opondrá.

   María Victoria, no quiero agrandarme, pero cocino muy bien pastas, y maridadas con un malbec… Me gustaría invitarte a cenar cuando te quede bien. 

J.M.

PD.: ¿Viste qué linda noche? Serena, las hojas de los árboles juegan a las estatuas. Me gustaría imitarlas, o sea, me gustaría que esa quietud estuviera, un poquito al menos, en mi mente.

  

jueves, 26 de septiembre de 2024

Carta 22.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 22.

                                                                      Floresta, Jueves 26 de  septiembre de 2024.

   ¡Buen jueves José María! Qué bueno que te haya gustado el baile y el artículo de Violeta Luna. Me gusta su pluma, su mirada, siempre que encuentro material de ella lo leo.

Me diste ganas de volver a ver Luna de Avellaneda, la buscaré en Cine.Ar. ¿Sentiste el clima de esa película en nuestro club? Eso te define como un hombre sensible José María…

   Con respecto a lo que me comentaste en la carta anterior sobre un club de lectura, hay un error. No me gusta el nombre club para una actividad ligada a lectores, no sé, tal vez prejuicios o vaya a saber qué, pero lo que sí se votó en una de las últimas reuniones de la comisión directiva del “paraíso” de Floresta fue la aprobación de un nombre para la biblioteca, se llamará “Profesora Susana Ruiz”, lo propuso alguien del grupo y comentó que fue una docente, escritora y narradora de cuentos del barrio muy destacada. Investigaré más acerca de ella. Y lo que yo propuse fue crear “La tertulia” en la biblioteca, para generar  un espacio para charlas, lecturas compartidas, encuentros musicales… Ojalá lo acepten.

Deseo que disfrutes de este día tan tan tan hermoso.

María Victoria.

PD.: Por supuesto que hay lugar para una copa de vino. Eso sí, tinto malbec.

  

 

martes, 24 de septiembre de 2024

Carta 21.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 21.

                                                                      Floresta, Martes 24 de  septiembre de 2024.

   ¡Buen martes María Victoria! Ante todo quiero decirte que el baile del club por el día de la primavera estuvo muy lindo. La institución hace honor a su nombre “Floresta, un paraíso”, aunque es pretencioso  y algo desmesurado el nombre, lo lleva bastante bien. Hubo mucha gente, la música muy buena,  ¡y qué decir de vos!, te vi bailar tango y creo que no estaré a tu altura aunque tome muchos años de clase, pero al menos en el momento de la cumbia y otros géneros moviditos pudimos divertirnos. La verdad es que salí conmovido, ver a un grupo numeroso bailar, reír, compartir ese grato momento me llevó a mi infancia, en este mismo barrio, con los juegos en la vereda  incluso de noche en verano con los vecinos que sacaban las sillas para conversar hasta tarde. Volví contento a mi casa. A vos te vi muy bien también. ¿Te acordás de la película “Luna de Avellaneda”? Ese clima se percibió en nuestro club el domingo.

   Con respecto al artículo “Maestros” de Violeta Luna quiero comentarte que me gustó, aunque creo que la autora está en una etapa, digamos… evolutiva, que me resulta elevada emocionalmente hablando. Poder lograr esa mirada y actitud frente a las rupturas de pareja habla de un ser muy centrado. Alguien que se enoja poco, que no reacciona sin pensar y sentir antes de hablar, que sabe (sabe desde el corazón) por donde quiere andar. La envidio un poquito a Violeta Luna, pero no pierdo las esperanzas de alcanzarla alguna vez. Eso sí, debo admitir que con el paso del tiempo he aprendido a enojarme menos, ¿cómo? Intentando entender al otro, empatizar , palabra que suena mucho en la actualidad. La verdad, el artículo me resulto interesante. Gracias por compartirlo.

   Leí en la puerta de la biblioteca  que próximamente coordinarás el club de lectura. ¿Cuándo comienza? No me lo perdería. Ojalá el horario me lo permita.

Grato fue el encuentro en el baile. Volví por un ratito a mis dieciocho.

José María

PD.: Sé que te gusta el té, las fresias, los libros... ¿Hay lugar para una copa de vino?

domingo, 22 de septiembre de 2024

Carta 20.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 20.

                                                                            Domingo 22 de  septiembre de 2024.

¡Buen día  José María! Sé que nos veremos en el club en unas horas, pero no quiero dejar de compartir este texto que encontré en un libro de Violeta Luna, una escritora que descubrí hace poco y que además baila tango. Es muy clara en esto de los amores, la equidad y la oportunidad de crecer. Ojalá te guste o por lo menos te interpele. Aquí va:

Maestros”                                                 por Violeta Luna

   Tal vez por mi estrecha relación con el tango suelo detenerme en sus letras, esa poesía sin duda profunda y reflexiva.

   Mientras bailaba hace unos días el tango “Tarde” de José Canet, focalicé en los dos primeros versos: “De cada amor que tuve tengo heridas, heridas que no cierran y sangran todavía”, e inmediatamente revisé mis amores, los primeros y los recientes. Disentí con el autor. Recordé uno por uno a los hombres que me acompañaron en las cuestiones del amor de pareja (no fueron tantos) y llegué a la conclusión que no han quedado heridas y mucho menos, sangrantes. Es cierto que siempre me crucé con personas que me gusta llamar “buena gente”, por lo tanto los cierres fueron acordados y aceptados (a veces a medias) por las dos partes.

   También es cierto que todas las relaciones tuvieron fecha de vencimiento, y todas sin excepción fueron de aprendizaje, por lo menos para mí (y deseo de corazón que también haya sido así para ellos). Cada una me permitió conocerme más y más, y ese autoconocimiento me hizo crecer. Ellos fueron maestros para mí. Cada afinidad entre ambos o diferencia fue una oportunidad para aprender, mirarme, reconocerme, desconocerme para luego ver quién era y qué quería. ¿Si lloré? Sí, un montón. Pero con el paso del tiempo las lágrimas disminuyeron. No en vano vivimos.

   A menudo observo algunos regalos recibidos que conviven conmigo: un juego de té, un cuadro, un pijama, fotos de viajes, recuerdos de películas y obras de teatro compartidas, recetas de cocina que nos hemos pasado, libros… ¿Si los quise? Como dice Ángeles Mastretta en uno de sus cuentos “a todos los quise”.

   Confieso que me hubiese gustado tener un compañero con quien se comparten los nietos pero no me ha sucedido ese tipo de amor a plazo largo. A algunos les sucede el gran amor; a otros, breves y grandes amores; a mí me tocaron en el reparto de Cupido amores breves, pero muy valiosos. Agradezco y celebro haberlos conocido porque de esas relaciones me he edificado (de todo tipo de relación una se va formando). Benditos vínculos que me ayudaron a saber dónde quiero estar. Y hoy, a mis sesenta y uno, estoy teniendo una relación cada vez más cuidada y amorosa conmigo. Juro que intento a diario mimarme, perdonarme, escucharme...

   ¡Miren a donde me llevaron dos versos de un tango! Este relato confesión merece un “Chan chán”.

¡Me gustó mucho esta reflexión José María!

Hasta luego

María Victoria

PD.: Amo las fresias y a Juan Luis Guerra, ¡un gran poeta! ¡Gracias!

 

sábado, 21 de septiembre de 2024

Carta 19.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 19.

                                                      Floresta en flor,  sábado 21 de  septiembre de 2024.

  ¡Hola María Victoria! No soy original si te digo “feliz primavera”, ¿verdad?, pero sale casi automáticamente, me causa gracia mi falta de creatividad con las palabras, pero es lo que hay… Vos decías en la carta del jueves que a pesar de todo luchás por conservar la alegría, fuerte tu comentario, pero creo que es una batalla diaria que vale la pena llevar a cabo. A veces nos ganan la melancolía, los recuerdos, lo que aparentemente ya no está, pero ante todo eso no debemos perder de vista el presente, el ahora (suena a libro de autoayuda) pero lo cierto es que es te presente único será pasado en un ratito, por eso, como decía mi tía Clarita, (algún día te hablaré de ella, un personaje faro en mi vida y en la de mis hermanos), “debemos vivir día a día, porque por suerte del día siguiente no sabemos nada”.  Frase célebre en mi familia.  

   También hablaste de equidad… menuda y desafiante palabra María Victoria… Te juro que intento fluir con las circunstancias, tal vez ese sea el desafío  más importante. Y en cuestiones del amor… simplemente lloré cuando sentí llorar, agradecí la compañía y los sentimientos compartidos y acepté cada final con dolor y a veces con alivio. Esta es mi pobre síntesis ante su pregunta.

   Por supuesto iré mañana al baile. No le prometo ningún tango, pero tal vez algo más movido.

   Deseo que  mis saludos huelan a  fresias.

José María

PD.:  Te dejo este ramos de versos del gran cantautor Juan Luis Guerra. “Te regalo una rosa,  la encontré en el camino, no sé si está desnuda, o tiene un solo vestido…”.  Este es un verdadero saludo de primavera.

PD 2.: Disculpá si a veces me vuelve a salir el “usted…”

jueves, 19 de septiembre de 2024

Carta 18.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 18.

                                                      Floresta con lluvia,  jueves 19 de septiembre de 2024.

¡Hola José María! La lluvia se está deteniendo. ¿Observaste lo brillantes que quedan las hojas después de tanta agua? Frente a mi balcón tengo un laurel gigante y cada hoja luce como una esmeralda. Apenas cantan unas gotas aletargadas sobre las baldosas… Derroche de belleza.

   Llegué bien el otro día a la milonga, en estos salones de baile llegás y te retirás cuando querés. Nada estricto por suerte.

   Hasta hace poco usaba wathssap, pero saqué la aplicación del celular. Me llaman por teléfono o me escriben al correo electrónico. ¡Es un alivio real! Y como te pasará a vos, abrir el correo tiene casi el encanto del ruido del sobre de papel al ser abierto, ¿verdad?

   Me preguntabas por mis búsquedas. La tuya, la del sosiego es buena, ¡adhiero! Las mías fueron variando con el paso del tiempo. De adolescente trataba de andar por los caminos que mis padres, de manera sutil, me fueron indicando: el estudio, un empleo, el armado de una familia… En fin, algunas se cumplieron y otras… no. Con el paso del tiempo fui viendo con más claridad para dónde quería ir desapegándome del deseo y programa familiar. Pero te aseguro que sigo buscando la equidad, la serenidad, ¿la felicidad? ¿Acaso hay una fórmula para hallarla? En el amor no me fue mal, siempre tuve al lado buenas personas, pero con fecha de vencimiento. Aquello de “hasta que la muerte los separe…” no funcionó. Pero siempre buscamos los humanos, sin búsquedas no hay horizonte. A veces los panoramas se modifican según nuestra mirada. No es sencillo. Lo importante es tener proyectos, por lo menos a mí me resultan estimulantes. En fin, navego esas aguas José María. Aguas de esperanza y en lo posible y a pesar de todo… de alegría. Personalmente trabajo duro para no perderla.

   Espero verlo el domingo 22 en el baile de la primavera.

María Victoria.

PD.: Y a vos, ¿cómo te fue en cuestiones del amor?

martes, 17 de septiembre de 2024

Carta 17.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 17.

                                                                   Floresta,  de septiembre martes 17 de 2024.

   María Victoria, ojalá tengas un buen martes. ¿Llegaste tarde a la milonga el domingo? Charlamos tanto en el café… Tenés razón, es un hermoso lugar. La verdad ahora sabemos mucho más de cada uno: nuestros gustos, el amor por nuestros sobrinos, y algo sobre las búsquedas personales (aunque para estas últimas no dio el tiempo) . Las alcanzadas, las que no fueron, aquellas en las que seguimos intentando. Creo que hablamos cerca de tres horas. Tal vez la búsqueda vital es la del crecimiento personal. Fijate que es la que nos permite no repetir errores (y cometí varios), pero por ahí va la vida, errar, aprender, crecer. Cuando miro hacia atrás a veces no me gusta el que fui pero igual lo abrazo, lo disculpo, le digo que lo quiero y sigo adelante. Pensarás que estoy chiflado, tal vez, pero a pesar del poco tiempo que pasó desde la primera carta y un par de encuentros presenciales, siento que puedo hablar con confianza (en realidad, cada vez filtro menos). Esto no sucede a diario. Pero con vos me pasa. El sosiego hoy me parece imprescindible, y cuando lo pierdo salgo a buscarlo nuevamente. En la película que citaste en la carta anterior, Salvatore, el niño protagonista, busca la magia del cine, creo que lo llamaban Toto, hace años que la vi, bueno, como ese nene a veces rastreamos magia, ilusión en nuestras búsquedas, y solemos golpearnos un poco, pero al crecer vemos más claro. Me puse intenso… Disculpas.

   ¿Y tus búsquedas, María Victoria, por dónde van? Creo que esto nos quedó pendiente en la conversación.

También me gusta leerte, aunque nada se compara a nuestras charlas “face to face” como dice tu amiga.

Hasta la próxima carta, aunque no sea de papel, o hasta el próximo café.

José María

PD.: ¿Vas a ir al baile de la primavera del club?

domingo, 15 de septiembre de 2024

Carta 16.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 16.

                                                    Floresta, hoy,  domingo 15 de septiembre de 2024.

   José María, me parece bien la idea de merendar juntos.  Conozco ese café, es muy cálido. A las cinco. Sin duda hay temas que requieren la presencia para charlarlos, pensarlos, disentir.

   Amo el café con leche (si la leche es vegetal, mejor), pero el té, los diferentes tés son mi debilidad.

   Hasta la tarde.

María Victoria

PD.: Anoche volví a ver Cinema Paradiso… Volví a llorar como la primera vez. Está en YouTube. Pienso en las ficciones que nos tocan el alma, ¿será porque nos encontramos en ellas?

Carta 15.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 15.

                                                    Floresta, domingo 15 de septiembre de 2024.

¡Buen domingo María Victoria! Hoy te escribo desde el teléfono porque mi computadora se puso lenta. Me alegra que los libros que llevaste te hayan gustado, y te aviso que  la idea de soltar libros y el término “leyente” ya fueron adoptados por mí. La verdad nunca pensé en eso de ponerle alas a los libros para que llegaran a otros, en general practiqué la mezquindad, como si fueran sagrados  y vos me mostraste otro camino.

   El día está hermoso, ¿no te gustaría tomar un café o una merienda juntos antes de ir a bailar? (usar la palabra milonga todavía me cuesta). No quiero cambiar los planes de tu domingo. Hay un café en José Bonifacio y Portela que es muy lindo. ¿Te parece, tenés ganas?

   Creo que para charlar sobre las “búsquedas” es necesario un café o té de por medio.

Espero tu respuesta.

José María

PD.: Volví a escuchar el tango de Fresedo. Tenés razón, su letra guarda vigencia.  

 

viernes, 13 de septiembre de 2024

Carta 14.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 14.

                                                    Nuestro barrio, viernes 13 de septiembre de 2024.

   ¡Hola José María! ¿Cómo estás? ¡Cuánto más cómodo y cercano es este voseo rioplatense! Espero estés muy bien. Quiero felicitarte por tu puesto de libros usados y vinilos “ayer nomás”, hermoso nombre le pusiste. Los libros que compré son uno mejor que el otro (muy agradecida por el descuento, creo que sólo me cobraste uno). Promocionaré entre mis vecinos tu local.

    Realmente vivimos muy cerca, raro habernos visto sólo en el club…  Con respecto a las clases de tango, no las abandones, sé que no es una danza fácil, pero debemos darnos la oportunidad de aprender cosas nuevas y ver qué pasa.  El tango que citaste, “Buscándote”, de Osvaldo Fresedo es una joyita, la letra es poética y actual. ¡Y lo bello que es para bailar! Y me detengo, como en cartas anteriores, porque con el tema tango soy… intensa.

   Por qué me gusta leer, me preguntaste sobre el final de la carta anterior, muy sencillo, porque puedo espiar otras vidas en geografías y épocas diversas. Ficciones, sí, pero a un lector eso no le importa. Lo único que una persona leyente pide es una buena pluma, una buena historia. Suelo llevar un libro en la cartera. Nada mejor que un libro para las esperas o viajes largos. Y como a vos, me gusta saber qué lee la persona que lee.

   Todos los años “suelto” por lo menos quince libros de mi biblioteca. Los abandono en el tren, en el umbral de mi edificio, en un banco de la plaza. Me gusta imaginar el rostro iluminado de quien lo adopta. Locuras, eso es todo.

   Siempre me resulta grato “leerlo” y escribirle, José María.

   Buen fin de semana

María Victoria

PD.: Le sugiero que escuche nuevamente el tango al que ambos nos referimos y lo disfrute.  Las “búsquedas” son todo un tema en los seres humanos.

 

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Carta 13.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 13.

                                                    Floresta, miércoles 11 de septiembre de 2024.

   Buen día María Victoria. Espera tenga un buen día. Estuve pensando y quería hacerle una propuesta… ¿le parece empezar a tratarnos de “vos”? No somos chiquilines, pero tampoco de siglo XIX, disculpe mis exageraciones temporales, pero… me parece adecuado tutearnos,  mejor dicho vosearnos. Ojalá esté de acuerdo.

   Me hico reír su expresión en inglés, evocando a su amiga, pero a pesar de mi “casi nada” de inglés, la comprendí y ¡nunca me llevé idioma extranjero a diciembre! (de puro milagro).

   Con gusto la esperaré en mi puesto. A las nueve abro. Con las clases de tango… confieso que pongo actitud, pero no son fáciles. ¡No abandonaré! Pero en la fiesta de la primavera del club sólo bailaré tropical, y una chacarera (la aprendí en la primaria). Para el tango necesitaré unos años…

   Ya comencé con el libro que me prestó. Sacheri me gusta. He visto en el cine “Papeles en el viento” y “El secreto de sus ojos”. Ambos libros los escribió él.

   Ayer en la clase pusieron un tango, el título es “Buscándote”, lo sé porque la profesora siempre cita los autores de la letra y orquesta (para mí es un universo nuevo), y como nos hace prestar atención a la poesía que se canta, puse atención, y sí, es muy bonita. ¿Lo conoce?

Buen miércoles (aunque sea el nombre de un día con mala prensa, yo no creo en nada de eso)

Con cariño

José María

PD.: ¿alguna vez se preguntó por qué le gusta leer?

lunes, 9 de septiembre de 2024

Carta 12

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 12.

                                                          Floresta en flor, lunes 9 de septiembre de 2024.

   Querido José María, fue un placer compartir con usted el libro de la escritora del barrio. Coincido con todo lo expresado en la carta anterior, todo fue una fiesta, desde el rico café hasta la posterior charla. Y deseo de corazón que le guste el libro que le presté.

   ¡Bien por sus clases de tango! El domingo 22 se hará la milonga de la primavera, habrá orquesta en vivo, bailarines expertos y como siempre algo de folclore y tropical. Ojalá pueda y quiera sumarse.

   En estos días pasaré por su puesto del mercado. No adquiriré vinilos porque no tengo dónde reproducirlos, pero seguramente me compraré algunos libros.

Buen comienzo de semana.

María Victoria

PD.: Me agradó verlo y conversar. Lo ubicaba de las reuniones de socios del club, pero el “face to face”, como dice mi amiga Doris, que ama las expresiones en inglés, es otra cosa…

 

viernes, 6 de septiembre de 2024

Carta 11

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 11.

                                                                       Floresta en Buenos Aires. Sábado 7 de septiembre de 2024.

   María Victoria, muchas gracias  por el regalo que ayer me hizo en la biblioteca del club. El café del lugar,  ¡exquisito!, el ámbito acogedor, como todo lugar habitado por el alma de los libros, pero su lectura… cómo lo explico, fue una canción, un poema, digo bien ¡un poema!, porque su manera de entregar la historia escrita en prosa resultó ser pura poesía para mis oídos. La historia es valiosa: un encuentro en un café, una lectora apasionada, un escuchador, confesiones, secretos… qué más le puedo decir… nuevamente ¡gracias! Realmente le hace honor a su oficio de lectora a domicilio.

   La charla posterior fue muy rica, ahora sabemos algo más uno del otro. Ambos vivimos solos junto a nuestros animales, trabajamos en tareas que nos gustan mucho, nos agrada leer, el arte en general y valoramos la buena comunicación como un tesoro a cuidar.

   Usted, María Victoria, es una interlocutora de lujo, y no lo digo para acariciar su escucha, ¡no! Lo digo sentidamente. No abundan las charlas profundas en estos tiempos… Usted, tiene la primavera en la voz.

Buen sábado

José María

PD.: Con pudor le cuento que comencé las clases de tango… nada sencillo…



jueves, 5 de septiembre de 2024

Carta 10.

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 10.

                                                                    Aires de Floresta. Jueves 5 de septiembre de 2024.

   José María, qué hermosa relación tiene con Bartolo. Seguramente lo conoceré algún día. Con respecto a la profesora de tango del club es excelente, también su asistente, Pascual. Ella sabe los dos roles, obvio, conductor/a  conducido/a… bueno otro día le explico lo de los roles en  el tango danza porque sería muy extenso. Ojalá se decida y comience a concurrir a las clases. Sin exagerar, en la vida hay un antes y un después del tango. No quiero ser fanática. Aquí me detengo.

   Si le parece nos encontramos a las 11.00 el viernes en la biblioteca. Suele funcionar una máquina de café que lo prepara rico.

   Tiene patio… (¡Borges y sus patios!), qué bueno que las plantas hayan comenzado a manifestar la llegada de la primavera. Jamás tomaría con molestia el comentario de la carta anterior, la comunicación sincera, clara, cálida siempre trae alegría. Sabe, hace tiempo (no tanto como me hubiese gustado) digo lo que siento, sin tener mucho en cuenta la interpretación del interlocutor/a, y es porque estoy aprendiendo a ser sincera conmigo.

Hasta mañana.

María Victoria.

PD.: Regia y Macanudo balconean con los primeros rayos de sol que trajo septiembre. Los lazos de amor no son sólo plantas.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Carta 9

 

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 9.

                                                                   Floresta. Miércoles 4 de septiembre de 2024.

   ¡Ay María Victoria qué bella pregunta la suya! Por supuesto que habita en mi casa un alma pura, y no soy yo, claro, es mi perro Bartolo. Él me eligió a mí en una jornada de adopción en la plaza Vélez Sarsfield. Hace cinco años que vivimos juntos. Somos… hermanos, ni amo ni mascota, ¡hermanos!. Aprendo mucho de Bartolo.

   Qué bueno lo que me cuenta del tango, que lo baila y estudia su historia… Confieso que estoy pensando en ir a tomar clases. Creo que en nuestro club, “Floresta, un paraíso” (qué nombre ambicioso, ¿no?) una profesora dicta clases. Le juro que me tentó.

   Si le parece, el viernes iré a la biblioteca del club a cambiar un libro, llevaré el que usted me leerá y aceptaré el de Sacheri en préstamo. ¿Podrá usted ese día? De concretarse, será un día destacable ya que hablaremos personalmente por primera vez. Cruzo los dedos.

Algo ansioso.

José María.

PD.: No tengo balcón como usted. Tengo un pequeño patio con malvones y lazos de amor que crecen al calor de nuestras palabras. No tome a mal el comentario, pero nuestra comunicación epistolar me da alegría.


martes, 3 de septiembre de 2024

Carta 8

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO. 8.

                                                       Aires Buenos en Floresta. Martes 3 de septiembre de 2024.

   ¿Si me gustan los animales? ¡Los amo! Vivo con Macanudo y Regia, un gato y una gata, ambos rescatados,  (¿o ellos me rescataron a mi?), en fin, son dos almas puras, como todos los animales que embellecen mi vida y mi casa. Y no exagero con lo de almas puras, ellos no tienen que “barrerse” a diario como los humanos que debemos quitarnos de encima rencores, dolores viejos, vibraciones bajas, celos y otras basuritas que nos opacan. ¡Ellos no!  El apego es un aspecto a limpiar también, tengo objetos que ya debería hacer circular…

   Con respecto a una de mis pasiones… sin duda es el tango, en principio bailarlo, pero también conocer su historia. Todos los domingos concurro a una milonga (nombre que se le da a los lugares donde se baila tango). Es un verdadero vuelo esta danza.

   Tal vez la semana próxima pueda prestarle el libro prometido y comenzar con la lectura del libro de su vecina, creo que se llama “Léame más”, sugestivo título por cierto.

   Su comentario filosófico sobre los vínculos fue muy rico, para nada formal.

   El arte… ¡qué decir! La semana pasada vi un documental titulado “El sonido de antes”, exquisito.

¡Buena Vida le deseo!

 María Victoria.

PD.: ¿Hay almas puras en su casa?

 

 

lunes, 2 de septiembre de 2024

Carta 7

 

EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES... ¡CARTAS! NRO.  7.

                                                       Buenos Aires, Floresta. Lunes 2 de septiembre de 2024.

   ¡Cuánto suspenso María Victoria con lo que me develará acerca de una pasión que tiene y que tendré el privilegio de conocer! Espero ansioso esa carta. Sabe yo no creo ser un hombre muy apasionado, o por lo menos no me reconozco ese aspecto. ¿Será que no me observé lo suficiente? Valoro mucho esta comunicación que tenemos, porque los seres humanos nos “despertamos” mutuamente (aunque también los animales nos motivan en el camino del autoconocimiento). Bueno, me puse formal y filosófico... Disculpe. Y coincido en eso que usted define como una chispa humana en los objetos que amamos. Sin caer en los apegos, hay ciertos objetos en mi casa de los cuales no podría desprenderme por ahora. Por ejemplo el Rosario de mi madre, está guardado en una bella cajita y cuando lo saco y lo toco, percibo que algo de la energía de mi mamá está en él. En fin. 

   Gracias por evocarme al observar el vinilo del teatro. Hermoso gesto.

   Me gusta más el cine que el teatro, tal vez porque lo frecuento menos (hábito a modificar). El arte en general nos mejora, nos restaura siempre. Uno sale diferente de un museo, una muestra de pintura o un concierto.

   Por supuesto que ya arreglaremos la cita lectora con el libro de la escritora de Floresta. ¡Será un lujo escucharla leer!

Hasta la próxima carta, y que cada noche la luna balconee en su casa.

Con afecto, José María.

PD: María Victoria, ¿le gustan los animales?